La cocaína: una amenaza creciente para la salud y la sociedad

Aumento global del consumo de cocaína

Según el Informe Mundial sobre Drogas 2024 de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), el número de consumidores de cocaína alcanzó los 23 millones en 2022, lo que representa un aumento del 20% respecto a la década anterior. Este crecimiento se ha visto impulsado por una producción récord de 2.757 toneladas de cocaína pura en 2022, triplicando los volúmenes de 2013 y 2014 .

En Europa, el consumo de cocaína ha aumentado un 80% entre 2011 y 2022, según análisis de aguas residuales. Este incremento se refleja en la prevalencia del consumo entre jóvenes de 15 a 34 años, con casi 2,5 millones de personas en la Unión Europea que han consumido cocaína en el último año.

 Impactos en la salud y la sociedad

El consumo de cocaína tiene efectos devastadores en la salud física y mental de los individuos. Además de los riesgos cardiovasculares y neurológicos, la cocaína puede inducir comportamientos violentos y agresivos, especialmente cuando se combina con alcohol. Estudios han demostrado que un alto porcentaje de agresores bajo el efecto de estas sustancias cometen delitos sexuales y de violencia doméstica.

La percepción errónea de que la cocaína mejora el rendimiento laboral y sexual ha contribuido a su normalización en ciertos entornos sociales. Sin embargo, esta narrativa superficial oculta las verdaderas consecuencias destructivas de la droga, que incluyen el deterioro psicológico, profesional y sexual

Jóvenes y vulnerabilidad al consumo

La juventud es particularmente vulnerable al consumo de drogas. En América del Sur, más del 50% de las personas en tratamiento por consumo de estupefacientes tiene menos de 25 años. En España, se ha observado un aumento en el número de jóvenes de 14 años que acuden a centros de ayuda por problemas de adicción, especialmente al hachís y la marihuana, aunque también se ha incrementado el consumo de cocaína entre adolescentes.

Consecuencias medioambientales y sociales

La producción y el tráfico de cocaína también tienen un impacto negativo en el medio ambiente y la estabilidad social. El cultivo de arbusto de coca ha aumentado un 12% entre 2021 y 2022, alcanzando las 355.000 hectáreas. Además, el auge del narcotráfico está asociado a un fuerte aumento de la violencia y los enfrentamientos entre bandas criminales, lo que amenaza la estabilidad social y política de las naciones afectadas.

Necesidad de una respuesta integral

Para abordar eficazmente el problema del consumo de cocaína, es esencial implementar estrategias integrales que incluyan prevención, tratamiento y políticas públicas informadas. La sensibilización sobre los riesgos asociados al consumo, especialmente entre los jóvenes, y el acceso equitativo a servicios de tratamiento son fundamentales para mitigar esta amenaza creciente.

La lucha contra la cocaína requiere un compromiso conjunto de gobiernos, organizaciones y comunidades para proteger la salud y el bienestar de la sociedad.

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