La psicología humanista, también denominada Tercera Fuerza, nace como una escuela que dedica su foco de atención en la concepción de que el individuo es responsable tanto de sí mismo como de su devenir en el mundo. Esta disciplina toma a la persona como el centro de sí misma y pretende acentuar el potencial del individuo a través de sus propios aspectos existenciales, como pueden ser la libertad, el conocimiento o la responsabilidad, entre otros.
La denominación Tercera Fuerza que se asocia a la psicología humanista, fue acuñada por Abraham Maslow (considerado uno de los teóricos humanistas más relevantes), el también autor de la famosa pirámide psicológica de las necesidades humanas. Estas han de verse satisfechas y resueltas por la persona tanto dentro como fuera del ámbito terapéutico.
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